Toyota ha realizado una pequeña actualización del RAV4, con ligeros cambios de equipamiento y con una nueva versión denominada «Cross Sport». Este todo terreno ligero está a la venta desde 26.550 hasta 37.150 euros.
El RAV4 tiene tracción total sin reductora ni diferenciales bloqueables. Mide 4,40 m de longitud; por tanto, su tamaño es similar al de un KIA Sportage o un Jeep Compass.
No tiene un precio bajo, pero su relación entre precio, equipamiento, calidad interior y cualidades dinámicas es muy buena. Hay muchos todo terrenos menos costosos —como un Suzuki Grand Vitara o un Jeep Compass— pero ninguno de ellos está tan bien equipado ni es tan confortable.
Tiene un interior espacioso y funcional. Sus asientos traseros tienen desplazamiento longitudinal, por lo que se puede distribuir el espacio destinado a los ocupantes traseros y el baúl. De esta forma, el volumen del baúl varía entre 450 y 586 l.
Está disponible con un motor de gasolina y dos Diesel, todos de cuatro cilindros. El de gasolina tiene 2,0 l de cilindrada y 152 CV de potencia máxima. Los dos Diesel son variantes de un 2,2 l D-4D, con inyección directa múltiple por conducto común y turbocompresor variable. Dan una potencia máxima de 136 y 177 CV.
El cambio de marchas es manual de seis velocidades en las versiones Diesel y de cinco en las de gasolina. Opcionalmente, puede elegirse un cambio automático de cuatro marchas en los RAV4 2.0.
El RAV4 tiene unas cualidades dinámicas buenas: es estable y muy cómodo. La suspensión filtra las irregularidades de la carretera —y los baches en circulación por campo— sin transmitirlos a los ocupantes. En circulación por campo es más capaz que otros todo terreno ligeros similares.
Además, es muy agradable de conducir por la suavidad que tienen sus motores Diesel y por lo silencioso que es. Aunque no dan una gran sensación de aceleración, con cualquiera de los dos motores Diesel el RAV4 es un coche rápido. No obstante, al de 136 CV le falta algo de fuerza a bajo régimen.